La empresa olvidada.

Cuando cerramos temporalmente nadie pensó que nunca volveríamos a subir la persiana.

Los pedidos de mi empresa de cerámica empezaron a caer en picado en 2007, algo que junto a los impagos por parte de los clientes a causa de la crisis acabaron haciendo totalmente inviable el negocio.

 Me han contado que a día de hoy el techo ya ha empezado a ceder y el viento entra por las ventanas de las oficinas.

 Que algunas plantas ya crecen junto a la cinta transportadora y el óxido se va adueñando de la maquinaria.

Hoy pasaré por allí a buscar el Libro de Actas, espero encontrarlo... 



































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