Entré a trabajar como aprendiz de mantenimiento en la fábrica con 14 años.
En esos tiempos no era extraño estar trabajando con esa edad, las palabras "riesgos laborales" eran totalmente desconocidas en esa época.
Aprendías a base de accidentes, el operario que me enseñó el oficio me decía:
- Tú tranquilo, si te pega un bimbazo un cable por no estar por la labor sólo hay dos opciones, o te mueres o espabilas y te quitas las tonterías de la cabeza.
Y efectivamente, el día que sentí los 220 voltios pasar por mi cuerpo por olvidarme de quitar la tensión antes de ponerme a reparar un enchufe aprendí la lección y jamás me volvió a ocurrir.
Nunca le agradecí a ese señor todo lo que aprendí a su lado, "A río pasado, el santo olvidado" entré sin saber qué era un cable y me jubilé como Oficial de Primera.
¿Será posible que no recuerde su nombre?
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