El palacio y la luz de las velas.


La luz de las velas parpadean en el silencioso palacio.

Tras el expolio de todas las obras de arte que colgaban de las paredes continuaron con la extracción de todos los azulejos que decoraban las estancias, dejando unos pocos pendientes de arrancar como único recuerdo, quizá por que fueron atrapados mientras saqueaban el lugar sin compasión.

El retrato de la Condesa fue el único superviviente, parecía observar como toda la historia de la familia era pasto de las llamas de la chimenea, algún foráneo decidió quitarse el frío de los huesos calentando la estancia con todos estos recuerdos.






































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