Enero de 1982, tras la última reunión de vecinos se ha acordado el cerrar siempre la puerta del portal con llave.
Ya hay un cartel en la puerta para que a nadie se le pase por alto.
El año pasado ha sido una sangría de robos, parece que todos los kinkis de Barcelona vienen al pueblo a robar todo lo que les apetece.
Los ladrones han entrado en varios pisos, también entraron en la peluquería y en la mercería, la verdad es que como todo el mundo ya trabaja fuera y quedan durante el día cuatro gatos en el bloque somos un blanco fácil para los amigos de lo ajeno.
Espero que al menos al dejar la puerta cerrada con llave lo tengan un poco más difícil...
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