Romero el madero.

Máximo Leal, hombre bajito y muy nervioso, fue Policia Municipal y en los años previos a su jubilación, Guarda Jurado, o al menos, eso decía el cartel de la puerta de su casa.

Cuarto piso sin ascensor, cada vez le costaba más subir los 90 escalones. Siempre con un cigarro en la boca.

En todo caso, su nombre y apellido definía perfectamente a su oficio, era el responsable del polvorín de Explosivos Riotinto.

Al trabajar de vigilante de materiales explosivos estaba autorizado a llevar siempre arma de fuego. 

Eran los años de plomo de E.T.A y era comprensible su consumo compulsivo de tabaco, cuando iba a trabajar a Asturias podía fumarse casi un paquete durante el trayecto del tren.

Siempre con un Ducados en sus dedos...





































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