Saltando tapias, colándonos por agujeros, trepando por tuberías y a veces incluso entrando por la puerta, cámara en mano rescatamos historias del pasado en lugares olvidados, adelante, estáis en vuestra casa....
La Masía sosegada.
Cuando desaparecen los enseres, los recuerdos...
Y el vacío es el único habitante de la masía.
Sólo el silencio me acompaña.
Maldito silencio, no hace más que recordarme que ya no estáis aquí.
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