Mariposas, papallones o palomitas para aceite, habían un montón de marcas pero las mejores eran las fabricadas en el barrio por la fábrica Esteban Torrens, las baratas ardían con facilidad antes de consumirse. Se ponían sobre un recipiente con aceite y a modo de vela lo iba consumiendo, duraban mucho, una sola mariposa podía tirarse toda la noche encendida.
A mi hermana le encantaba pasar las noches junto a la tenue luz de la lámpara de aceite, cuando dejaba de sonar el pitido de la carta de ajuste era la señal, poco después nuestros padres ya se dormían y bajábamos sin hacer ruido al comedor a aprovechar el calor del brasero, solíamos quedarnos hasta bien entrada la madrugada, era nuestro momento.
Recuerdo una ocasión en que no dormimos en toda la noche, fue la vez que vimos el primer programa de televisión en casa, "Pasaporte a Dublin", fue un acontecimiento realmente excepcional, lo presentaban unos jovencísimos Julio Iglesias y Massiel con unos concursantes excelentes. Karina, Nino Bravo, Rocio Jurado... son los que me vienen a la memoria ahora. Estuvimos cantando flojito durante toda la noche...
Una tormenta de recuerdos me han invadido al abrir el vetusto armario y ver su viejo camisón...
¿Que año sería? ¿1970?...
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