La fiesta de James Dean.


¿Qué es un tobogán?

Es el juego más divertido del mundo.

Nadie gana ni pierde, se juega con el solo fin de divertirse.

Es agradable de por sí, esa sensación en la barriga cuando te deslizas por la rampa no tiene precio.


Papá nos ha dicho que en casa de los abuelos han traído uno para la fiesta y ya no pensamos en otra cosa.


















La cripta.



Mi trabajo es cincelar la piedra hasta que veo emerger una imagen similar a la realidad.

Lo primero es moldear el modelo en arcilla, así puedo plasmar el momento que quiero congelar en mi obra, es el equivalente al boceto de un pintor.

El mármol no permite errores y es la única manera de poder medir las proporciones correctamente.

Hay que tratar a la piedra con mucho cariño para que no se rompa, los primeros golpes con el cincel han de ser meticulosos y después de obtener la escultura es cuando mis manos se funden con la piedra y empieza mi arte.

Raspadores y limas eliminarán las marcas del cincel.

Me han pedido que haga una escultura funeraria religiosa que plasme el dolor que siente la familia por tan terrible pérdida y no me puedo permitir no cumplir con creces mi designio. 

Miguel Angel dijo en una ocasión:

"Cada bloque de piedra tiene una estructura en su interior y la labor de un escultor es descubrirla."





















El estudiante.

Ya está aquí la temida cuarta semana de Junio de 1981.

Empiezan las evaluaciones de final de curso y por fín acabo 8º.

Se me ha hecho largo de cojones, es el único año que he estudiado de verdad ya que los demás cursos los he ido pasando sin pena ni gloria, perdiendo el tiempo básicamente.

Pero espero realmente haber aprobado todas, no quiero volver a hacer el largo camino del colegio a casa otro año más.

















Vidrio y olvido.


5 de la mañana en la fábrica de vidrio, apenas quedan unas semanas para el cierre definitivo de la empresa.

Mis compañeros del turno de la mañana ya están en los vestuarios, el trabajo aquí es duro y los tiempos muy justos.

Nos gusta llegar un poco antes de la hora de entrada para tomarnos un reconstituyente matinal universal, el "copón" de coñac o la socorrida "barretxa", un mejunje dónde se mezcla a partes iguales anís dulce con vino rancio o anís seco con moscatel.

Botas de puntera de acero, ropa de trabajo gruesa y unos enormes guantes de cuero.

Llevo mas de 40 años maldiciendo este trabajo, pero pese a los callos de mis manos y de mis pies y a pesar de mi dolorida espalda, sé que lo voy a echar de menos.